El bótox es el tratamiento estético más demandado a día de hoy. En medicina estética se usa principalmente para tratar las arrugas de expresión del rostro, especialmente las del tercio superior (el entrecejo, la frente y las patas de gallo). Es un tratamiento que, pese a ser de los más populares, todavía genera dudas a algunas personas. Por eso, hoy queremos compartir contigo todo lo que hay que saber sobre el uso de la toxina botulínica.
¿Cómo funciona el bótox o toxina botulínica?
Para entender cómo funciona el bótox, primero tenemos que entender cómo se forman las arrugas de expresión en nuestro rostro. Existen dos tipos de arrugas:
- Estáticas: las que se producen por el paso del tiempo y el descolgamiento de los tejidos de nuestra cara.
- Dinámicas: las que aparecen como consecuencia de nuestra mímica facial, y los movimientos repetitivos de nuestra cara. Son aquellas arrugas que se hacen más visibles cuando hay una expresión en la cara, por ejemplo: las patas de gallo cuando nos reímos o el entrecejo cuando nos enfadamos.
El bótox actúa sobre las arrugas de tipo dinámico, o líneas de expresión. La toxina botulínica se inyecta en determinados músculos faciales impidiendo que éstos se contraigan en exceso formando arrugas. De esta manera, se provoca una relajación muscular que suaviza las líneas de expresión dando un aspecto de cara relajada con piel tersa y joven.
¿Cómo es un tratamiento con bótox?
Los tratamientos con bótox se realizan mediante infiltración. Se realizan pequeños pinchazos a nivel superficial en diferentes zonas del rostro, pero no es un tratamiento doloroso.
Una vez realizada la sesión de infiltración, el paciente puede hacer vida normal y reincorporarse inmediatamente a su rutina. Eso sí, los primeros días debe evitar la exposición solar, los deportes de riesgo y cualquier presión o masaje sobre las zonas infiltradas.
Los efectos de un tratamiento con bótox no se ven de forma inmediata. Empiezan a aparecer aproximadamente una semana después de la aplicación, y se aprecian totalmente cuando han pasado 15 días.
¿Qué dura un tratamiento con bótox?
Los tratamientos con bótox son temporales, la toxina botulínica va perdiendo su efecto con el paso del tiempo. Normalmente a los 4 meses desaparecen los efectos y, si se quieren mantener, se deberá aplicar de nuevo el tratamiento. En caso de no volver a infiltrar bótox, se recuperará totalmente la movilidad de los músculos de la cara que teníamos previa al tratamiento y, por lo tanto, volverán a aparecer las arrugas de expresión que teníamos al inicio.
¿Qué tener en cuenta antes de hacerse un tratamiento con bótox?
Si quieres conocer todo lo que hay que saber sobre el bótox, te recomendamos que escuches el capítulo de esta semana de El Podcast de la Doctora Torrejón. En él, la Dra.Carmen Torrejón nos comparte sus conocimientos sobre esta técnica de rejuvenecimiento que lleva años aplicando con resultados muy exitosos.